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Aquello de «nadie es profeta en su tierra» no aplica en nuestro caso. Una empresa que progresa bien, como la nuestra, debe mucho a su entorno, y en el nuestro no podemos sentirnos más cómodo. Gran parte de nuestro público está en Mairena, y aquí se quedó una de nuestras últimas cocinas, la cocina laminada blanca de María José.

La cocina laminada blanca de María José

En esta cocina, lo que más llama la atención es la luz. La natural entra a través de dos ventanas, una frente a la otra, y una puerta vestida solo con una cortina fina y vaporosa, para no restar más de la necesario. En su versión artificial, se usan potentes focos de luz blanca, además de otros más pequeños que iluminan puntos específicos.

El blanco es el color predominante y eso también contribuye a la luminosidad, creando un espacio muy sobrio en el que trabajar cómodamente. Un añadido destacable es la superficie de los muebles, que no presentan tiradores para su apertura, lo que da más sensación de homogeneidad, de compactación. Los obstáculos visuales no existen en esta cocina, que es un ejemplo de minimalismo rectilíneo con texturas lisas y agradables.

Que sea una cocina laminada es, en gran parte, lo que favorece esto último. El resultado es evidente, y la relación calidad – precio muy buena. Los laminados no suelen ser tan costosos como las cocinas de madera o las lacadas.

Lo mejor para el corazón de la casa

Son los electrodomésticos en gris plateado los que rompen con esa homogeneidad para no arriesgarse al aburrimiento, algo que se consigue con éxito. El binomio gris y blanco nos encanta.

Bosch, Balay y Candy son las marcas elegidas, respectivamente, para el frigorífico, el microondas y el horno, mientras que la campana es Elica, en negra.

El espacio frente a una de las ventanas se ha llenado con una sencilla mesita blanca y sillas transparentes que no crean impacto, siendo el resultado 10.

Cocinova

Cocina laminada blanca en Mairena