El baño en la vivienda ya no es solo ese espacio exclusivo para el aseo y la higiene. La dinámica en la actualidad es convertir esta estancia en un área también diseñada para el relax y la comodidad. Esto implica que, sin perder en funcionalidad, el baño ideal será aquel que compatibilice esta idea con la decoración y el confort.
La decoración siempre al servicio de la funcionalidad
Los gustos personales pueden ser los que sean, lo que llevará a instalar platos de ducha o bañeras, pero es cierto que hay que diseñar nuestro baño ideal en función de nuestras necesidades.
Así, el plato de ducha ayuda a reducir el consumo energético y de agua. Además, hoy en día los hay que pueden resultar muy cómodos y duraderos. Las bañeras son perfectas para estancias más amplias y dedicadas especialmente a la relajación.
Distinguir varios espacios en el baño
A menudo el baño es una estancia de dimensiones reducidas, pero incluso así se pueden lograr varios ambientes con, por ejemplo, mamparas de ducha. Estos elementos tienen como función principal dividir la zona de la ducha o la bañera del resto de la habitación.
Las mamparas están muy ligadas a la higiene y la limpieza, pues reducen las salpicaduras y ayudan a mantener un mejor orden en el baño. Como con los platos de ducha, en el mercado hay mamparas con todo tipo de acabados y materiales.
Materiales siempre de calidad
Al igual que la funcionalidad debe primar por encima de la estética, la calidad debe ser prioritaria frente al precio, especialmente cuando hablamos de los muebles y los sanitarios, también los elementos de grifería. Es cierto que la cuestión presupuestaria es limitante, pero siempre que sea posible, hay que buscar elementos que presenten una buena relación calidad – precio, pues acabarán siendo más duraderos.
El baño ideal es aquel que integra funcionalidad y elementos de calidad con diseño y estética. Ambas ideas no están reñidas entre sí, pero siempre debe primar la funcionalidad.