Cuando dejamos atrás el verano y nos metemos en otoño llega el momento del cambio de armario, ¡ay! Toca sacar toda la ropa de invierno y guardar lo que no vamos a usar por una larga temporada.
Esta tarea necesaria puede convertirse en toda una odisea si no tenemos una buena organización. Por ello, hoy os dejamos una serie de consejos prácticos para hacer el cambio de armario y no morir en el intento.
Planificación
Antes de que te pongas un día a hacer el cambio de armario a tontas y a locas, debes saber que lo mejor es que te agendes un día específico para ello. Escoge una fecha en la que puedas dedicar tiempo a ello y puedas concentrarte en lo que tienes que hacer.
Aprovecha para limpiar
Ya que vas a sacar toda la ropa, no vendría nada mal que aproveches para dar un limpiado a fondo. La ropa y todo lo que guardes te lo agradecerá y se podrá conservar mejor. Además, es mejor empezar a ordenar en un espacio limpio y vacío para conseguir mejor resultado.
¿Cómo guardar la ropa de verano?
Tanto si vas a guardar la ropa de verano en cajas, como en bolsas, puedes aprovechar para poner la lavadora mientras vas limpiando el armario, y una vez limpia empezar a guardar. Una vez hecho, empieza a guardarla por categorías: ropa de baño, por un lado, camisas y vestidos por otro, etc.
Conservar la ropa correctamente
Las pastillas de naftalina son ideales para que la ropa no coja olor ni sea atacada por polillas, aunque tienes otras opciones como la lavanda o bolitas de cedro, etc.
¿Y el calzado?
El cambio de armario también implica sustituir el calzado, así que vamos a ello. Sustituimos botas y zapatos por sandalias y demás. Lo ideal es usar cajas o bolsas de tela para guardar el calzado y que se conserve en condiciones.