Una cocina limpia y desinfectada es garantía de salud. Alcanzar ese objetivo en estos tiempos es fundamental y la realidad es que se puede conseguir poniendo en práctica sencillos consejos de uso diario.
Tras el uso de la cocina, una rápida limpieza
La cocina siempre debe mantenerse limpia y esto implica retirar la suciedad superficial tras cada uso. El vinagre es muy apropiado para limpiar el fregadero. Los enseres de limpieza como estropajos, bayetas y paños se pueden mojar en lejía rebajada al 10% con agua para eliminar las bacterias. Y no olvides renovar estos enseres cada dos o tres semanas. De manera más prolongada en el tiempo es aconsejable desinfectar a fondo.
Mantener siempre limpia la encimera
La encimera es el lugar de trabajo en la cocina. Constantemente se ensucia con manchas, restos de alimentos, migas de pan y demás elementos. Esto implica limpiar y desinfectarlas tras cada uso, al menos dos o tres veces al día. La desinfección es sencilla, basta con usar un poco de agua y jabón y frotar con un estropajo exclusivo para ese uso. Si la encimera es de acero es importante no rayarla.
Barrer y fregar el suelo
Otra recomendación para tener una cocina limpia y desinfectada es barrer o pasar el aspirador tras cada uso de la misma. El suelo debemos fregarlo al menos tres veces a la semana y ventilar tras este proceso.
Los armarios, ¿qué ocurre con ellos?
Los frentes de armarios y cajones también acumulan mucha suciedad, especialmente en los tiradores, al igual que los electrodomésticos. La mejor solución pasa por usar una solución de agua jabonosa una vez por semana. El interior también se ensucia, no hay que olvidarlo, si bien aquí optaremos por una limpieza más prolongada en el tiempo.
Con respecto a los electrodomésticos hay que prestar especial atención a la nevera, el horno, el microondas, la placa de inducción o la cocina y la campana extractora. Existen productos desinfectantes específicos para cada uno de ellos. Tampoco conviene olvidar los pequeños aparatos: tostadora, batidora, cafetera…
Desinfectar los cubos de basura
Con los cubos de basura no basta con limpiarlos y desinfectarlos de manera periódica, sino que hay que introducir los restos, envases y basura lo más limpios y secos posible, para no generar condiciones de humedad que hagan proliferar el crecimiento de bacterias y la llegada de plagas. El vinagre blanco es un buen producto de desinfección.
Las zonas olvidadas
Una vez repasadas todas estas áreas, conviene no olvidar áreas que quedan fuera del radar en la limpieza habitual, como los bajos de los armarios, las esquinas, detrás de la nevera. Se trata de espacios que hay que limpiar y desinfectar de manera ocasional, unas dos veces al año.
Una buena labor de desinfección
Toda la labor ejecutada para mantener una cocina limpia y desinfectada puede caer en saco roto si no tenemos las manos bien limpias antes de ponernos a ello. La solución para esto pasa por lavarse bien con agua tibia y jabón y usar un paño limpio para secar sin que quede un rastro de humedad.