Tendrá aires rústicos, modernos o tradicionales, usará electrodomésticos a la última o algún modelo más discreto, llevará la campana habitual o esta se camuflará en el techo, pero, sea como sea, hay algo que nuestros clientes siempre nos piden: que su cocina sea práctica y funcional.
Se trata de una zona de trabajo importante, pues interviene en nuestros hábitos de vida e incluso influye en que estos sean saludables o no: una cocina incómoda no invitará a pasar tiempo en ella ni a innovar en recetas ricas y sanas, así que la comida ultraprocesada ya preparada puede hacer acto de presencia con frecuencia.
A la hora de buscar comodidad, ¿cómo funcionan las cocinas en L? Precisamente en este post te contamos cómo son, a qué tipo de estancias les vienen bien y cuáles son sus ventajas.
Qué son cocinas en L
Al hablar de cocinas en L, hacemos referencia a la distribución, teniendo presente los tres puntos principales de cualquier cocina: la zona de almacenamiento, la de lavado y la de cocinado. La primera alberga el frigorífico, el congelador y la despensa para alimentos secos; en la zona de lavado estará el fregadero y el lavavajillas, y en la de cocinado se ubicará la placa, el horno, el microondas y la campana, generalmente.
Las cocinas en L se disponen en dos cuerpos en perpendicular que se juntan haciendo esquina. Son muy habituales, diríamos que las más recurrentes cuando se trata de estancias lo bastante amplias. Cuando se quiere unir salón y comedor, uno de sus dos cuerpos va en forma de península, no fijado a la pared, para así hacer una separación “natural” que no genere excesivo impacto visual.
Al montarlas tenemos que trabajar sobre unos preceptos básicos: no debe haber mucha distancia entre zonas, de forma que la longitud total entre las tres no sume menos de cuatro metros y ni más de ocho.
Ventajas de las cocinas en L
Resultan visualmente estéticas, sobre todo, como decimos, si uno de los laterales queda abierto para jugar con la combinación salón-comedor. Si se disponen unos taburetes, ese segundo cuerpo tendrá bastante uso.
Cualquier estilo decorativo casa con ellas y son cómodas al trabajar, pues varias personas pueden hacerlo al mismo tiempo sin obstaculizarse en exceso. Además, se prestan más a los cambios que otros tipos, como las cocinas en línea.
Las cocinas en L, por lo tanto, se encuentran entre las más escogidas. En todo caso, antes de tomar una decisión, te recomendamos dejarte asesorar por nuestros expertos.