La cocina ya no es esa estancia dedicada únicamente a preparar los alimentos y almacenarlos. La tendencia actual pasa por convertir este espacio en un área en la que convivir y para ello es necesario ganar en funcionalidad.
Os mostramos algunas recomendaciones que persiguen esa idea, convertir tu cocina en un espacio multifuncional que vaya más allá de las atribuciones conocidas por todos.
Disposición original para facilitar la convivencia
Un modo de conseguir este objetivo es con las islas de cocina y las barras extensibles junto a la encimera. Podemos utilizar la isla como lugar de almacenaje en estantes inferiores y área para aperitivos, desayunos y cenas ligeras. La barra se ajusta bien a esta segunda función.
Potenciar la decoración en la cocina
Una de las claves para convertir tu cocina en un espacio funcional es que sea vista como mucho más que el lugar donde se preparan los alimentos. Aquí debemos echar mano de nuestro espíritu creativo y los consejos de un buen decorador. A través de plantas, vinilos para la pared, estanterías con libros o cuadros colgados en la pared, el espacio ofrece una dimensión más completa y acogedora.
Cocinas abiertas al salón o al jardín
Las cocinas abiertas al salón son la solución para evitar la sensación de agobio en las viviendas pequeñas. Al eliminar las paredes ganamos amplitud visual y permitimos que la luz natural entre sin tantos obstáculos.
Si somos afortunados de tener una casa con jardín, abrir la cocina al jardín reduce esta misma sensación de agobio, entra más iluminación natural y ayuda a reducir los malos olores que se generan en ella.
Un nivel intermedio entre las cocinas abiertas y las cerradas es instalar grandes ventanales de interior o puertas correderas para abrir y cerrar la cocina cuando se desee.
Jugar con la iluminación
No puede faltar la iluminación como elemento clave para convertir tu cocina en un espacio funcional. La iluminación natural siempre debe primar, pero no basta solo con esto. Cada espacio de la cocina ha de estar correctamente iluminado y los focos de luz han de adaptarse a la actividad a realizar: cocinar, trabajar, estudiar, tomar un aperitivo… Esto implica colocar apliques de luz focalizados, luz directa en la isla e iluminación ambiental agradable.
Tu cocina puede ser un espacio funcional que vaya más allá del lugar en el que preparar los alimentos, anímate a hacer de esta estancia un lugar más que habitar en la vivienda.