Los cuartos de lavado no son muy populares en España, a pesar de sus numerosas ventajas. La presencia de pocos lavaderos se debe en parte a que no hay suficiente disponibilidad de espacio en muchas viviendas. La lavadora suele ser un electrodoméstico habitual en la cocina, pero cuando se suman lavadora y secadora ya sí se vuelve más necesaria una estancia de este tipo.
¿Qué ventajas ofrecen los cuartos de lavado?
La primera gran ventaja es la organización. En un mismo espacio se encuentra todo aquello que tiene que ver con la colada: detergente, suavizante, el cesto de la ropa sucia… Un aspecto positivo añadido es que no hay que usar otros espacios de almacenamiento, como la despensa o el baño, para estos productos.
La cuestión de la higiene también es importante, al alejar la colada de la cocina, se evitan manchas u olores desagradables. Todo lo que afecta a los cuartos de lavado está en el mismo espacio, e incluso se puede suplementar como lugar para planchar la ropa.
¿Dónde colocar un cuarto de lavado?
Los cuartos de lavado es preferible que estén dentro de la vivienda, para que la humedad y los cambios bruscos de temperatura no afecten a la ropa. Sin embargo, en la terraza también se puede montar una instalación de este tipo siempre que no se incluya secadora ya que este electrodoméstico requiere para su funcionamiento una temperatura de entre 5 y 35 grados centígrados.
Por otra parte, no es necesario una gran infraestructura para montar cuartos de lavado. En un armario o una despensa se pueden colocar la lavadora y la secadora, y en los espacios restantes todos los productos de lavado. Solo hay que encontrar el hueco disponible en casa.
¿Cómo organizar y decorar un cuarto e lavado?
La respuesta a estas preguntas es más de carácter personal, pues hay opciones organizativas para todos los gustos. Es común colocar lavadora y secadora en pareja o bien en columna. La segunda opción es la más apropiada si hay poco huecos disponibles, pues así se puede sacar rentabilidad del espacio en altura.
Junto a los electrodomésticos se sitúan los botes, las pinzas, los productos de limpieza y el cesto de la ropa sucia, e incluso barras y colgadores tipo burro para colgar la ropa, así como la mensa de plancha. El tendedero es siempre recomendable, para airear prendas que no se deben secar a máquina.
Para la decoración es importante tener un elemento claro, los materiales han de ser resistentes y de calidad, que soporten bien el paso del tiempo y el desgaste propio de la humedad.