Otro error frecuente al decorar tu casa es olvidar el papel de las texturas. En esta estación, los textiles juegan un rol clave para lograr ambientes confortables. Opta por mantas, cojines y alfombras de materiales suaves como el terciopelo o la lana. También puedes incorporar fibras naturales como el mimbre o el lino, que agregan calidez sin perder frescura.
Los textiles no son solo decorativos, también tienen una función práctica: mantener la temperatura y ofrecer confort en los meses más fríos. Así que, si crees que una alfombra o unas cortinas no son necesarias, es momento de reconsiderarlo. Además de dar una sensación acogedora, los textiles pueden cambiar por completo la atmósfera de una habitación.
Otro aspecto importante al decorar tu casa es no descuidar la iluminación. Aunque la luz natural es menor en otoño, la iluminación indirecta es tu mejor aliada para crear un ambiente cálido. Las lámparas de pie y de sobremesa añaden una luz suave que aporta confort, mientras que las lámparas colgantes pueden usarse para destacar áreas específicas.
Finalmente, no te olvides de los pequeños detalles. Añadir jarrones con flores de temporada, velas con aromas cálidos o pequeñas piezas decorativas puede darle el toque otoñal perfecto a cualquier espacio. Eso sí, no sobrecargues los ambientes. Un exceso de decoración puede generar una sensación de caos, así que apuesta por piezas que cumplan una función estética y práctica.