La tabla de cortar es uno de los elementos en la cocina que más riesgos de contagio conlleva. Su uso obliga a una limpieza y desinfección para evitar la contaminación cruzada y la propagación de enfermedades.
En este sentido, un estudio de la OCU indica que este es uno de los puntos críticos en cualquier cocina, tanto la tabla como la encimera, espacios que pueden alojar hasta 100 bacterias por centímetro cuadrado.
Desinfectar la tabla de cocina se plantea como una tarea de obligado cumplimiento, y más si tenemos en cuenta que es un elemento de uso muy frecuente en el que se cortan alimentos y productos frescos, que son los que más posibilidad tienen de contaminarse.
Tablas de plástico o cristal mejor que las de madera
Las tablas de madera, si bien son las que más gustan, son menos apropiadas que las de plástico o de cristal, pues estas se desinfectan mejor. Tras cada uso hay que lavarlas con agua caliente y jabón, aclararlas, secarlas con papel de cocina y dejarlas en posición vertical, para que el agua no se estanque. De manera periódica es aconsejable sumergirlas en agua fría con lejía.
Un consejo para desinfectar la tabla de cocina es usar productos con propiedades antibacterianas como el vinagre blanco o el limón. En ambos casos basta con echar un chorro y dejar actuar unos minutos, pasado ese tiempo podemos fregar y aclarar. El limón podemos combinarlo con bicarbonato de sodio.
Otras dos opciones para mantener la tabla en perfectas condiciones es usar sal gruesa o el sol. La sal gruesa se frota junto con el limón y así desinfectamos su superficie y eliminamos los malos olores. El poder del sol es básicamente secar la superficie de la tabla y evitar que se acumule humedad para la propagación de bacterias.