¿Una cocina de dimensiones limitadas a la que no le falte de nada? Sí, se puede. Es más, si encuentra el equilibrio perfecto entre resultar insuficiente y parecer abarrotada, proporcionará una calidez y un ambiente acogedor que envidiarán las más grandes.
Lo demuestra esta cocina con aplacado porcelánico que instalamos cerquita, en Mairena del Alcor. Estábamos deseando contarte los detalles.
Así es una cocina con aplacado porcelánico
Para quienes no estéis familiarizados con el término, lo normal si no sois especialistas ni habéis montado vuestra cocina recientemente, el aplacado es el revestimiento exterior de un elemento, en este caso, la encimera. No cumple una función estructural, pero es importante por tres motivos: la cuestión estética, el aislamiento que proporciona y la protección que ofrece.
Que una cocina tenga aplacado porcelánico implica facilidad de limpieza y mantenimiento. Previene bien la humedad, protege y ayuda a proporcionar armonía entre materiales, por lo que el aplacado porcelánico es una de nuestras recomendaciones.
Dica y Laminam, la combinación perfecta
Si la encimera y el aplacado porcelánico tenían que ser de Laminam, la cocina no podía más que ser de Dica. Ambos fabricantes se han ganado el derecho a enarbolar la bandera de la innovación, y como en Cocinova siempre estamos a la búsqueda de nuevos conceptos, debíamos contar con ellos entre nuestros proveedores. La cocina tiene un color blanco polar con gola, lo que siempre tiende a dar homogeneidad y linealidad al espacio para buscar la amplitud y la sobriedad.
Para la zona de aguas, la pareja apostó por Franke siguiendo nuestras recomendaciones. Los electrodomésticos son Teka, y la campana integrada es Frecan. Y es que, en una cocina como esta, era fundamental encontrar la armonía y desechar todo elemento que supusiera un impacto visual.
Esperamos que las fotos demuestren por qué una cocina con aplacado porcelánico es un acierto.
