El acto de eliminar todos los azulejos, ignorar la disposición o desconsiderar la iluminación son fallos de principiante al reformar el baño de casa. Aquí te mostramos cómo rectificar estos contratiempos.
Junto a la cocina, el baño es uno de los lugares que más reformamos en casa. Es el espacio donde damos inicio a nuestro día, por lo que debe evocar un ambiente amigable, contribuir a que localicemos todo de inmediato, ser confortable y proporcionar suficiente luz para nuestra higiene personal.
Al ser un lugar privado, a menudo no reflexionamos adecuadamente sobre su distribución ni los colores que mejor se adecuan a esta área. Por ello, si estás considerando remodelarlo, antes de hacer el desembolso, ten en cuenta los errores típicos para que, al comenzar las obras, no te arrepientas de nada.
Bandeja de la ducha: una elección crucial y complicada. Quizás sea uno de los aspectos más relevantes al reformar el baño de casa porque un error puede llevarnos a lamentarnos durante mucho tiempo. ¿Las razones? Agua que se sale, dificultad para limpiar… Por ello, una alternativa acertada es confiar en sistemas con un desagüe integrado de pequeñas dimensiones y carácter arquitectónico que permita optimizar el área de la ducha y aportar al ambiente un punto adicional de sofisticación. El desagüe de alta capacidad y sus pendientes sucesivas facilitan la rápida evacuación del agua, evitando que se estanque y pueda desbordar.
Falta de planificación del almacenamiento: Antes de embarcarnos en la obra, debemos considerar qué vamos a guardar en este espacio y cuántas personas lo van a utilizar. Toallas, aparatos eléctricos, cosméticos… Decide qué quieres tener a la vista y qué prefieres mantener oculto. Tenlo claro antes de tomar ninguna decisión, porque puede que hayas visto algunos muebles auxiliares que parecen muy decorativos, pero al final no cumplen con nuestras necesidades. Quizás sean demasiado pequeños para todo lo que queremos guardar o, al contrario, su tamaño sea tan grande que están destinados a convertirse en un cajón de sastre de cosas que no vas a usar.
Ignorar la disposición: Uno de los inconvenientes más molestos que puede ocurrir en un cuarto de baño es tener una puerta que al abrirse choque con los sanitarios. Si este espacio es reducido, una solución es optar por reemplazar las puertas por diseño plegable o corredero, para así maximizar los metros cuadrados destinados a la higiene personal.
Descuido de los accesorios: Son los pequeños detalles los que hacen que nuestro baño sea excepcional. Cuando no se desean perforar azulejos, un cesto para el papel higiénico puede ser una opción muy práctica. Usa toallas de colores cromáticos que aporten coherencia al conjunto. Un pequeño jarrón con flores, un dispensador de jabón
Desprenderse de los azulejos: Creer que la remodelación total de un baño implica necesariamente deshacerte de tus antiguos azulejos puede resultar en una decisión costosa. Existen innumerables alternativas que no requieren demoler el suelo y las paredes. Pintura especial resistente al agua, tablones vinílicos que imitan madera, mármol, piedra, cerámica, hormigón o losas hidráulicas son solo algunas de las opciones. Existe un universo de posibilidades para aquellos que no quieren emprender una gran obra y buscan economizar gastos.
Ignorar la iluminación: Cuando renovamos el baño, seleccionamos meticulosamente los muebles y sanitarios, pero a menudo pasamos por alto la iluminación. De esta forma, olvidamos que es un espacio dedicado a nuestro cuidado personal. Independientemente de si el baño tiene ventana o no, es aconsejable instalar varios puntos de luz para tener una iluminación general que evite sombras, así como otra que funcione como luz focal.